Testamento y empresa familiar

Cómo hacer un buen testamento: algunas pautas

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Para hacer un buen testamento partimos de la siguiente premisa: ¿Que es un buen testamento? Pues un buen testamento es aquél que surge tras una reflexión serena, tras pensar qué situaciones queremos prever, planteándonos cuestiones personales y familiares, y todo ello guiado por tres objetivos:

  1.  que tras mi fallecimiento se cumpla mi voluntad,
  2.  que de ello no resulten conflictos familiares,
  3.  y no menos importante, que el coste de transmitir los bienes sea el menor posible.

¿Qué aspectos debemos tener en cuenta para hacer testamento?

Pues en primer lugar qué régimen legal me es aplicable, si el común en España o el que rige en Catalunya, pues existen algunas diferencias entre ambos, esencialmente en cuanto al importe de la legítima o los derechos del cónyuge viudo.

Seguidamente ya debo pensar en qué personas quiero proteger especialmente, por ejemplo hijos menores o personas con incapacidad, a los que puedo ceder los bienes pero previendo que la administración de esos bienes quede en manos de personas de mi confianza hasta que aquellos tengan capacidad para gestionar esos bienes (y no necesariamente ello sucede con la mayoría de edad).

También es importante decidir si quiero tratar a todos mis herederos (normalmente los hijos) en igualdad de condiciones. Y si la respuesta es que sí, entonces debo pensar si lo mejor es dejarles todos los bienes en proporciones iguales o bien debo distribuir individualmente los bienes. Para ello es aconsejable tener en cuenta sus circunstancias personales, sus necesidades, su apego a uno u otro bien.

Finalmente debo considerar qué tratamiento quiero dar a mi pareja, ya sea cónyuge o pareja de hecho, y ello en relación a temas tales como la vivienda , la disponibilidad de dinero o incluso la intervención en cuestiones de la empresa familiar. También es relevante el tratamiento respecto a las segundas parejas, puesto que, según lo que determinemos, deberán mantener una relación mi actual pareja y mis hijos (de mi primer matrimonio), y si bien ahora puede ser buena, cuando falte el nexo de unión (yo) puede cambiar.

Debemos recordar, en este momento, que las parejas de hecho tienen un tratamiento distinto en cada comunidad autónoma y que es conveniente asesorarse sobre los derechos que tienen.

La sucesión en la empresa familiar

La reflexión que deberíamos hacernos en este supuesto se refieren a la forma en la que garantizar la mayor y mejor gobernabilidad de la empresa. Así, quizás nuestra voluntad sea hacer una distribución igual entre los hijos, pero internamente reconocemos que sería mejor que la gestión y dirección quedarán en manos de uno o de varios de ellos, no de todos, y menos en situación de igualdad que podría llevar a bloqueos.

Aquí entrarían en juego figuras tales como las participaciones sin voto (tendrían derechos económicos, pero no políticos), o las mayorías cualificadas, o el usufructo de acciones.

También es una cuestión sobre la que reflexionar la relativa a la intervención de los familiares políticos (cónyuges de mis hijos) en la empresa, pues en muchas ocasiones se quiere que los bienes de la familia -en este caso, la empresa- sigan en manos de la familia.

Las cuestiones que hemos referido son algunas, no todas, de las que pueden surgir cuando pensemos en cómo hacer testamento.

Y son cuestiones en las que la mayoría no tiene experiencia, que no son fáciles de plantear y de resolver, por lo que en B2B ASESORES estamos convencidos que es necesario disponer de un correcto asesoramiento, para intentar evitar los conflictos que suelen producirse en el reparto de la herencia.

Cuanto más acertemos al hacer testamento, menos problemas se producirán entre nuestros herederos.

Carlos Prim

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Abogado y co-fundador de B2B-Asesores
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